Una novela es una obra literaria narrativa de determinada extensión, redactada en prosa, que relata una secuencia de eventos, por norma general ficticios, que son expertos por individuos. Este género literario se distingue por su amplitud y hondura en la caracterización de personajes, el detalle en la descripción de entornos y situaciones, y la exploración de temas complejos.
La estructura básica de una novela frecuenta integrar los siguientes elementos:
Introducción o Planteamiento : Es la parte inicial donde se muestran los individuos primordiales, se establece el entorno y se introducen los elementos fundamentales de la trama. Esta sección establece el tono y el ámbito del relato.
Avance o Nudo: En esta parte se lleva a cabo la historia primordial. Los personajes combaten ocasiones que complican la trama, generando tensión y conflictos. Es aquí donde se ahonda en la psicología de los individuos y se presentan los primordiales retos o inconvenientes a resolver.
Climax: Es el punto de mayor tensión o enfrentamiento en la novela. Representa un instante vital donde los primordiales enfrentamientos alcanzan su expresión máxima. El climax es de manera frecuente el momento más enternecedora y dramático de la historia.
Desenlace o Conclusión: Aquí se resuelven los enfrentamientos y la trama llega a su fin. Los individuos y la historia alcanzan una resolución, que puede ser positiva, negativa o abierta, dependiendo del propósito del autor.
Cabe nombrar que, aunque esta es una composición básica, las novelas pueden cambiar enormemente en su forma y contenido. Los escritores tienen la posibilidad de presenciar con distintas estilos narrativos, puntos de vista, estructuras temporales (como flashbacks o narración no lineal), y otras técnicas literarias para enriquecer sus historias.